Decoloración amarilla en roble.

Se analizan las causas de las manchas amarillas en el roble secado al horno. 2 de octubre de 2001
Pregunta

En varias ocasiones hemos tenido problemas con una coloración amarilla pronunciada que penetra profundamente en la fibra y no desaparece con el cepillado. No podemos encontrar un factor constante en los diferentes casos. Todos los espesores están involucrados. Aunque lo encontramos sobre todo en roble europeo, yo también lo he visto en roble blanco americano (tableros de fondo). Sucede en ambos tipos de hornos. La madera afectada procede de distintos aserraderos. No se encuentran similitudes en las condiciones antes del secado en horno (bajo un cobertizo cubierto; al aire libre) o durante el secado en horno. No hay problemas durante los ciclos de secado. Algunos paquetes lo tienen, otros no.

Esto es todo un misterio para nosotros. Aquí hay una imagen de la decoloración. Respuestas del foro
Cuando estaba en Virginia Tech, analizamos este tinte y resultó ser un precursor relacionado con la lignina. Entonces, parece estar relacionado con el árbol y tener algo que ver con su crecimiento, estrés de crecimiento o lo que sea. Como tal, el control está más allá del operador del horno. Gene Wengert, asesor técnico del foro



La coloración amarilla del roble blanco europeo y americano puede deberse a una infección por hongos (paecilomyces variottii). Así lo demostró el profesor Bauch en Alemania en 1991. La decoloración sólo se produce en el duramen, aunque los hongos también viven en la albura. Se supone que la sustancia colorante real es el resultado de algún tipo de reacción entre los hongos y los extractos que se encuentran naturalmente en el duramen.

A los hongos les gusta el MC de superficie alta y comúnmente ocurre alrededor de las pegatinas. El problema aumenta con la baja velocidad del aire y el uso de adhesivos finos (menos de 15 mm o 3/5). Los hongos sobreviven a temperaturas de hasta 50 C (122 F) y, por lo tanto, pueden sobrevivir las primeras etapas del secado en horno convencional. A veces ocurre durante el secado al aire y, por lo tanto, puede desarrollarse durante el almacenamiento y transporte antes del secado en horno.

Una forma de disminuir el problema es aumentar la velocidad del aire y asegurar una distribución uniforme del flujo de aire a través de la carga del horno. También es posible, pero no recomendable, utilizar tratamientos químicos. En algunos casos, por ejemplo el roble europeo grueso, incluso podría resultar económico cambiar la tecnología al secado al vacío para evitar éste y otros problemas.